Este estudio encontró que el 46% de los corredores de fondo varones asintomáticos tenían al menos un tendón de Aquiles (AT) patológico.
El aumento de años de entrenamiento en carrera fue el único factor con una diferencia significativa entre los corredores con entrenamiento normal y anormal.
Por lo tanto, los autores recomiendan que se tenga en cuenta el historial de carrera al interpretar los hallazgos de la ecografía (US).