Las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) con frecuencia son físicamente inactivas, lo que conduce al desacondicionamiento muscular, empeoramiento de la disnea y reducción de la calidad de vida. El entrenamiento físico ayuda a interrumpir esta espiral descendente.
Muchas personas con EPOC realizan sus programas de ejercicio en casa, con la participación ocasional de un fisioterapeuta u otro profesional de la salud. Este contacto a menudo toma la forma de una llamada telefónica semanal para discutir problemas y mejorar la intensidad del ejercicio.