A medida que envejecemos, los deterioros en el equilibrio y la movilidad contribuyen a la discapacidad, las caídas y la mortalidad, todo lo cual ejerce una mayor presión sobre el sistema de salud.
Los profesionales de la salud, como los fisioterapeutas, enfrentan mayores tasas de ingreso geriátrico y mayor carga de trabajo para garantizar una rehabilitación adecuada para sus pacientes mayores a través de un equilibrio específico, fuerza y entrenamiento funcional.
Algunos grupos son más difíciles de administrar un estímulo de entrenamiento adecuado, como los que tienen restricciones médicas de movilidad o los que tienen miedo de continuar haciendo ejercicio sin supervisión.
La imaginería motora implica imaginar llevar a cabo una acción física pero sin ejecutar físicamente la acción. Esto activa regiones del cerebro que normalmente se activan durante el desempeño de la tarea real.
Algunos estudios han demostrado que este ensayo mental repetido de una tarea de movimiento mejora el rendimiento físico posterior de la tarea. Se han obtenido beneficios clínicamente relevantes de las imágenes motoras cuando se usan en varios grupos de pacientes neurológicos (como accidente cerebrovascular o enfermedad de Parkinson), pero solo recientemente se han cumplido las pruebas sobre imaginería motora en personas mayores sin afecciones neurológicas.