Los médicos suelen dedicar tiempo a tranquilizar a los pacientes con lumbalgia para reducir sus temores acerca de su enfermedad y para reducir la discapacidad y el uso de la asistencia sanitaria en el futuro.
Las directrices de la atención primaria para el tratamiento del dolor lumbar aconsejan a los médicos que se centren en transmitir la seguridad de que el dolor de espalda es benigno y dar consejos que fomenten el automanejo, y existe evidencia de que la educación a los pacientes aumenta la sensación de seguridad entre ellos.